martes, 21 de octubre de 2014

Mi regreso... Encontré Amo

¡¡¡Buenas tardes, mis queridos verdugos!!!
Bueno, primero que nada, mis disculpas por no haber escrito en el blog en todo este tiempo.
Veréis, no me han venido ideas hasta ahora para relatos sado. ¡Pero no os preocupéis que ya las tengo!
Lo siguiente que quería deciros, es que en este tiempo por fin encontré a mi Amo. Y menos mal, porque empezaba a perder la esperanza de poder realizar mi sueño de ser una Jesusa crucificada. Antes de conocerle a él, los otros "Amos" resultaron ser un fraude. Me querían para follar, nada más. Decían ser "Amos" con experiencia desde X años y todo era mentira. Había quienes mientras nos conocíamos ya me empezaban a insultar así como así. Sinceramente creo que la relación Amo-Esclava se basa en respeto y obedienca, vamos digo yo. Y justo cuando ya estaba a punto de tirar la toalla, ¡pum, mi Amo me llama! Había visto mi anuncio en milanuncios.com y al final acabamos quedando y desde el primer momento me inspiró confianza. Ahora estoy muy feliz con él y espero que me dure por mucho tiempo.
¿Y por qué os hablo de él? Bueno, pues porque el primer día de conocernos, le comenté que estaba haciendo este blog pero que necesitaba un empujoncito para llevarlo con buen ritmo. Entonces, él se ofreció a sacarme fotos. Claro está, yo acepté sin dudarlo.
Así que aquí me tenéis de vuelta. Entre los dos vamos a llevar este blog y nuestra página en Facebook adelante.
Esperamos que os gusten nuestros relatos y que nos enviéis los vuestros. Así todos podremos disfrutar de una lectura... morbosa xD.
Si queréis que os organicemos alguna crucifixión múltiple o en solitario, poneros en contacto con nosotros en amigosdelsado24@gmail.com

En cuanto al relato de "La princesa Yilda" ya anunciado en nuestra página de Facebook, aún no está terminado. Necesito cierta información para que el argumento suene coherente con la época romana. Os pido que seáis pacientes conmigo. Intentaré no tardar demasiado.

Bueno, pues eso es todo lo que quería deciros. Espero que os gusten los nuevos retoques dados al blog. Ya lo dije en la página de Facebook, así que no lo voy a repetir ¬_¬.

¡Que tengáis una orgásmica y sádica noche, mis verdugos!

***--->>>ZEALIN<<<---***

jueves, 7 de agosto de 2014

MI CRUZ, de Julius Verner (Facebook)

Buenos dias, mis queridos verdugos.
En primer lugar, quiero pediros disculpas por tener abandonado el blog. La verdad es que ando maquinando mi primer relato y me esta costando. Os ruego que tengais paciencia.
En segundo lugar, os anuncio que ya tenemos a nuestro primer participante en el blog, Julius Verne de Facebook, que nos envia este microrrelato titulado "Mi cruz".
Sin mas que añadir, os dejo con la lectura.
Hasta pronto!!
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Después de estar un tiempo indefinido en el calabozo, me sacaron de él. Rompieron mis ropas o por lo menos lo que yo llamaba mi ropa que era una camisa hecha harapos que me dejaba el pecho descubierto y un pantalón que me cubría hasta mis rodillas. Quedé desnudo y obligaron a colocarme un taparrabo, el cual me quedó ajustado y corto, casi no me cubría nada, creo que lo hicieron para que sintiera vergüenza de mi desnudez. A todo esto, no me habían retirado las cadenas de mis muñecas ni de mis tobillos, así que me costó aún más atar como debe de ser el taparrabo en mi cuerpo.
Entonces me llevaron a un patio, el cual tenía en el centro un poste de madera, al llegar frente a él, me soltaron las cadenas y me ataron las muñecas al madero, quedé de puntillas frente a él, dejando mi espalda descubierta al sol. Ahí estuve un aproximado de una hora, el calor, el sudor y el dolor en los brazos fue cada vez mayor, pero nunca percaté de lo que venía sino hasta que el primer latigazo me cortó la espalda. Fueron treinta azotes, bien dados, en la espalda pero con una técnica tal que la punta del látigo me rebotaba en mi pecho y estómago, uno de ellos me dio justo sobre mi tetilla derecha con tal fuerza que sentí que me partió en dos el pecho. Mi cuerpo quedó destrozado, colgado del madero, el sudor y la sangre del los azotes se mezclaba, pero hasta ese momento no advertí que habían preparado una cruz de madera la cual la habían colocado junto a mí. Me soltaron del poste y me dejaron caer al suelo.
Entonces a patadas me obligaron a cargar la cruz, la levanté sobre mi hombro izquierdo y comencé a caminar. Ellos me colocaron un lazo en el cuello, lazo que tiraban con fuerza para que yo avanzara y saliera del patio. Las piedras del camino lastimaban mis pies descalzos, paso a paso y con un gran dolor me llevaron por una calle de tierra, me obligaron a subir una loma hasta llegar a un claro donde me separaron de mi cruz.
Colocaron la cruz en el suelo y ahí puesta, sin mucho esperar me acostaron sobre ella, preparándome para mi crucifixión, primero me ataron los brazos y los pies al madero, luego fueron por los clavos y mientras tres de ellos me sujetaron uno me clavó una muñeca al madero, el dolor fue terrible y grité. Luego, cuando apenas volvía en mí por el dolor, me clavaron la siguiente muñeca. Quedé entonces sujeto a la cruz por mis brazos. Luego vinieron los pies, ya atados uno sobre otro, metieron un gran clavo que me atravesó ambos, me sorprendió la facilidad con que el hierro entró en mis pies y la madera, pero el dolor era indescriptible. Entre varios levantaron la cruz, dejaron caer su extremo inferior en un agujero y pasé de sufrir de forma horizontal a vertical y entonces quedé completamente crucificado.
Ahí estuve estirado, en el sol, quejándome del continuo dolor de mis brazos y pies. Sentía como si tuviera carbones encendidos en mi espalda y el sol comenzó a tostar mi cuerpo. Escuchaba que la gente hablaba de mi, de mi cuerpo y de los azotes que tenía en mi pecho, comentaron lo lastimado que tenía mi pecho y mis pezones por el sol y los azotes.
Llegó la sed, pero no me dieron agua. El calor era intenso y el viento sólo llevaba polvo a mi cara, apenas podía ver, todo mi cuerpo era dolor y sufrimiento.
Entonces me entregué a la cruz y me desvanecí.

viernes, 27 de junio de 2014

BIENVENIDOS A MI BLOG

Hola, queridos verdugos.
Mi nombre es Clara, tengo 24 años y soy española.
Desde que era pequeña, siempre me ha gustado la crucifixión. No sé por qué, simplemente me encanta. Mientras unos la ven como la forma más horriblemente dolorosa y humillante forma de morir, yo lo veo como algo bello. Llámenme loca retorcida de mente o lo que ustedes quieran, pero así es como veo yo la crucifixión.
Mi abuela era una cristiana muy fanática y casi siempre me obligaba a ver películas cristianas, sobre todo las de Jesús. Claro está yo acabé por cogerle gusto a las escenas donde lo crucificaban. Yo era muy pequeña y no entendía cómo una forma tan terrible y humillante de morir, me pudiera gustar tanto. Incluso deseaba ser una Jesusa y ser clavada a la cruz delante de mis amigos del colegio.
Pero yo aún no sabía que lo que sentía era en realidad sadismo y que mi deseo de ser crucificada era un profundo masoquismo. Yo desconocía esas palabras.
Teniendo yo 7 años, a mi abuela le regalaron una película de Jesús y ésta se llamaba "La vida pública de Jesús". Obviamente nos pusimos a verla y aunque os suene increíble a mi temprana edad, os juro que me excité tanto en la escena donde lo crucificaban que me acabé corriendo por primera vez en mi vida. Sí, señores, con tan sólo 7 años me corrí. Una edad muy precoz, lo sé, pero os juro que eso fue lo que ocurrió. Jamás me había pasado algo así con las demás películas de Jesús que había visto. No sé qué tenía esa crucifixión que me había excitado un montón.
Desde entonces empecé a ponerme pañalitos de tela, puesto que también me excitaba mucho, y me ponia en el suelo de mi habitación tumbada en el suelo con la postura del Jesús de la película mientras era atado y clavado. Otras veces me ponia en la pared en postura de crucificada y así me pasaba horas y horas.
Pronto me di cuenta de que aquello iba a más, mi cuerpo ya me pedía a gritos que me pusiera en la pared en esa postura. El tiempo que asi estuviera no era suficiente para mi cuerpo, él se quedaba con ganas de más.
Mi deseo por ser una Jesusa crucificada también iba en aumento. Imaginaba en mi mente como sería mi crucifixión e incluso la dibujaba como si de un cómic se tratara. Nunca hablé de esto con nadie. Sabía que mi familia jamás lo entendería y que se reirían de mí, incluso mis amigos. Así que mi gusto por la crucifixión permaneció en secreto durante muchos años.
A los 16 años supe por fin el significado de las palabras sádico y masoquista. Y me alegré mucho, porque no estaba sola. Había más gente como yo en el mundo. Entonces decidí "salir del armario" y conocer a esa gente. Me metí en un blog de relatos eróticos de crucifixión llamado "Bibliocrux" y la verdad es que me encantó. Me pasaba las horas muertas leyendo los relatos y viendo los vídeos y las fotos. Incluso llegué a hacerme amiga de algunas de esas personas. Hablábamos or Facebook y por Messenger y compartía mi secreto sin temor. Esa gente era igual que yo y yo no podía estar más feliz. Uno de ellos hasta me vino a conocer a mi ciudad y luego me azotó, cosa que también disfruté a más no poder.
Del blog de "Bibliocrux" no volví saber nada, creo que lo eliminaron. Pero todavía sigo en contacto con algunas personas del blog.
Hace unos días se me ocurrió hacer un blog parecido al de "Bibliocrux". Ya que lo eliminaron, pues yo lo resucito xD. Así que aquí me tenéis, en este blog al que he bautizado como "Crucifixión Erótica".
Podéis compartir vuestro relato, foto o vídeo siempre y cuando sea sado. Hacedlo a través del formulario de contacto.
Y esto es todo. Espero que disfrutéis de mi blog.
Saludos, mis verdugos.